Los martes y jueves le gustaba saborear un buen filete de pollo rebozado en pan rallado de ajo y perejil, y acompañarlo de un buen pedazo de tarta de chocolate como postre y un vaso de leche a media tarde.
Los miércoles y viernes el cocinero le preparaba una sopa (gazpacho si era verano) de primer plato y de segundo unas patatas fritas con carne estofada.
Era sábado. Así que se comió las setas asadas con la salsa de la carne, y, como estaba todo tan rico, invitó a todos los amigos de la zona. Todos acompañaron su rica comida con un buen vino, y otro buen vino, y otro más... quizá fueron demasiados.
ResponderEliminarAsí que todos quedaron dormidos, y un gran enemigo del caballero Arnaldo se encargó de robar todos los calendarios de la ciudad.
Cuando se despertaron todos y quisieron ver cuánto habían dormido... ¿qué día era? ¿qué debía encargar de comida?
-¡No os preocupeis, yo tengo un calendario de bolsillo!-dijo el caballero Despistín.
ResponderEliminar-Muy astuto por tu parte Despistín, ¡si no fuese porque tu calendario es de hace tres años!-dijo el caballero Paladín.
-¡Ya lo tengo!-exclamó el caballero Arnaldo- recorreremos las villas más pobladas, seguro que allí los habitantes tienen algún que otro calendario...